4 de noviembre
– Me gustas mucho… ¿Quieres ser mi enamorada? Eran las 8:40 de la noche, hacía mucho frío, mis manos y mis piernas temblaban, no podía pronunciar palabras, quería gritar, quería reír, quería… besarlo. Llevaba días, meses esperando esa declaración. ¿Yo?, la chica menos agraciada de todas, la que sólo le interesaba salir con las más altas calificaciones, no podía creer, el chico más lindo de mi facultad estaba frente a mí tomando mi mano y mirándome profundamente a los ojos. Recuerdo cuando recibí su mensaje de texto: “Hola, necesito un consejo, ¿podríamos reunirnos? Benjamín.” Nunca antes habíamos hablado, yo solo me sentaba en la carpeta de a lado, nunca me mostré tan interesada por él, a menos eso quería que todos notaran. “¿Te parece si nos encontramos mañana 27 de agosto a las 4:00 pm en la plaza central?”, escribí con el corazón en mis manos. No eramos grandes compañeros, y más de un “hola” no habíamos cruzado. Era un chico muy inteligente, delgado, su manera de hablar